Vuelven los ecos sonoros del pasado de todo seguidor de los juegos retro y, en esta ocasión, con un bello ejemplo de sencillez y buen gusto. Una melodía simpática y alegre que para nada anuncia el infierno que el jugador vivirá cuando comience la partida…
Y es que este «Equinox» es todo un referente en cuanto a las características de los clásicos de la época: una jugabilidad sencilla que contrasta con una aplastante dificultad. Es, sin la menor duda, y hablo desde la experiencia, uno de los juegos más difíciles que podemos encontrar en los sistemas de 8 bits.
Si nunca lo habéis probado, os invito a asumir el reto. Y para ir abriendo boca, la melodía de inicio, la verdadera protagonista de este artículo, hoy no viene sola pues podréis echar un leve vistazo a algunos de los gráficos de, al menos para mí, esta pequeña (o gran, según se mire) joya del videojuego antiguo.