Desde Fremos queremos desearos que paséis unas felices fiestas de Navidad y (aunque ya suene a tópico) un próspero Año Nuevo, lleno de buenas noticias. Y qué mejor forma de hacerlo que con un juego o, mejor dicho, la extensión de un juego muy especial, de esos que ya no se hacen, donde lo colorido de sus gráficos y la alegría que inspira su banda sonora invitan a sonreír.
Gameplays
Vídeos que muestran todo un videojuego o parte del mismo.
Gameplays: Sega Rally (Saturn)
Es curioso contemplar como ha evolucionado el género de conducción a lo largo de los años. Y no solo los juegos, sino la visión que de ellos tienen los usuarios. Al igual que en, por ejemplo, los deportivos y más en concreto los de fútbol, la búsqueda del realismo absoluto ha enterrado a los viejos arcades con los que muchos hemos crecido y vivido gratas experiencias en los salones recreativos o en nuestros hogares. Un juego como el que muestro hoy ya no tiene cabida por desgracia en este mundo, sin que casi nadie se dé cuenta de que fue parte de la base de lo que hoy disfrutan, como otros lo fueron antes para él…
Shinobi
Los que me conocen saben de la admiración que profeso hacia este videojuego, los que no pronto os daréis cuenta de ello. Hay varios que, a finales de los años 80, hicieron que gastara, principalmente en un bar que había en mi calle, moneda tras moneda lanzando shurikens, dando puñetazos y patadas, golpes de katana y haciendo uso de magia cuando era necesario, y todo ello acompañado por una música sencilla pero pegadiza, algo habitual en las producciones de Sega de aquellos tiempos.
Gameplays: Wonder Boy in Monster Land
Es evidente que los juegos actuales, por su tamaño y duración, no permiten acabarlo de un tirón (a ver quién es el guapo que se hace, por ejemplo, el Skyrim o cualquier Final Fantasy sin parar, jejejeje…), pero en su momento, concretamente en el año 1987, hubo un título que nos proponía precisamente eso. Aunque si bien es cierto que su desarrollo con múltiples plataformas puede llevar a engaño, la búsqueda de objetos, las misiones que recibimos a lo largo de la aventura, los diferentes lugares y la posibilidad de equipar a nuestro personaje con mejoras evidencian el género al que pertenece. Sí, estamos hablando de un RPG en toda regla, creado para ser jugado en recreativas, lo que implicaba aprenderse de memoria todo su contenido si se quería terminar con éxito.
Gameplays: Metropolis Street Racer (MSR)
Un día, allá por el lejano año 2000, los chicos de Bizarre Creations tuvieron una inspiración. Todos los juegos de carreras premiaban el llegar el primero, algo completamente natural y obvio, pero… ¿por qué no hacerlo además con estilo? De ahí surgió «Metropolis Street Racer», el mejor juego de coches de la gran Dreamcast y origen de la saga «Project Gotham Racing» de la que otro día hablaremos en profundidad.