Todo tiene un principio. Y esto que veis fueron los míos en el BASIC del Amstrad CPC (sin contar las decenas de modificaciones de los programas del manual del usuario para aprender qué hacía cada instrucción).
Ningún fondo, dos contadores para la vida de los personajes (que no se movían) y unos sonidos simples para los dos golpes, puñetazo y patada, que se podían ejecutar. No, no penséis que cierto juego de lucha, mundialmente conocido, pudo influenciarme a la hora de dar nombre a esta creación, jejejeje…
Confieso que, a lo largo de los pocos años que estuve trasteando con este lenguaje, muy pocas veces me abandonó el gusanillo de los juegos de lucha, como podréis comprobar en mis trabajos posteriores 😉
Buff que tiempos aquellos ! Aunque a simple vista pueda parecer de lo mas simple, para mi encierra una riqueza y unos recuerdos muy gratos.
Los principios de los principios, sin barra de energía, sin prácticamente rediseño de caracteres, sin fondo, sin movimiento… Pero conseguir que se pudiera jugar a un juego realizado por ti mismo, y mas a esa temprana edad, no tenía precio.
Muchos recuerdos me trae de aquella época tan mágica que nos ha marcado para siempre y ha marcado nuestro camino futuro.