Todo aquel que haya seguido medianamente la trayectoria de Sega en el mundo de los videojuegos sabrá sin duda que, aunque no está en el mejor de sus momentos, sí son responsables de algunos de los avances más grandes dentro del mundillo. Suyo fue el primer paso a los gráficos poligonales en los salones arcade, tanto en coches como en lucha, sentando las bases de mucho de lo que hoy en día se puede ver en el mercado.
Y también en el género deportivo ha dejado su huella, aunque en este caso no como desarrolladores. Sega publicó, en el año 2000, un juego de fútbol para su consola Dreamcast (necesitada de representantes de este deporte ya que, por alguna razón, EA no sacó ningún FIFA durante el tiempo que estuvo esta a la venta). Un juego que, salvando sus carencias, mostraba por vez primera algo que no se había visto antes, ni se ha vuelto a repetir por desgracia. Os hablo del fútbol femenino, la posibilidad de disputar partidos con chicas e incluso enfrentamientos entre ambos sexos, aún con la elección de un mismo equipo.
Los que me conocen saben que no soy especialmente seguidor de este deporte. Sin embargo, hubo una época en la que sí lo hacía, y en dicha época también había variedad, alternativas a los FIFA y Pro Evolution que hoy reinan. Los que buscamos una diversión rápida, sin importarnos lo más mínimo si los jugadores son los reales, si están todas las licencias, o si los detalles están bien reflejados no tenemos otro remedio que mirar al pasado. Y yo, especialmente, doy las gracias por haber podido disfrutar en su momento, y ahora también, de este y otros juegos de fútbol de los que hablaré en el futuro.