Hyper Fightday, un nombre demasiado rimbombante para semejante creación. Cosas de juventud, supongo. Este juego es, a fin de cuentas, idéntico al Street’s Fight, es decir, dos monigotes en el centro sin moverse, puñetazo y patada. ¿Las innovaciones? La más evidente, el uso de un fondo de montañas que se dibujaban de forma aleatoria y un uso de los colores que intentaba dar la sensación del paso del tiempo en el paisaje a lo largo de las pantallas, a las que se llegaba alcanzando una puntuación determinada.