Un día, allá por el lejano año 2000, los chicos de Bizarre Creations tuvieron una inspiración. Todos los juegos de carreras premiaban el llegar el primero, algo completamente natural y obvio, pero… ¿por qué no hacerlo además con estilo? De ahí surgió «Metropolis Street Racer», el mejor juego de coches de la gran Dreamcast y origen de la saga «Project Gotham Racing» de la que otro día hablaremos en profundidad.